Soy más ave que hombre…
Viviendo siempre al borde del abismo.
Construyo con ramitas y saliva…
Mi inestable y cristalino nido…
Desato aludes y tormentas
Con el solo capricho de mi pensar…
Un susurro rebelde y seductor…
Me hace rehuir de toda responsabilidad.
Siempre oveja negra
Siempre la vergüenza familiar…
Cambiante como el agua,
Entro en depresión invernal…
Y como reactiva y violenta estrella
Exploto en ira y estruendo
Y con malicia serpentina,
Manipulo y miento…
Siempre a la verja de la crisis
Me encuentro…
Buscando activamente
Mi caída de los cielos.